Tengo su beso
impreso en la espalda,
sus ojos
sin vida en los míos
y su silencioso andar
me es por sombra;
Quiero
no tener conciencia
de los días
que ha invadido mis sueños
y despertado de un salto
mis ansiedades.
No ha pronunciado
palabra alguna
pero su presencia
inevitable
sacude mis muros
conmueve mis fortalezas.
Aun sin diálogos
bajo la luna
ella sabe
que yo la espero
y yo sé
que llegará un día
Al llegar
no seré mas
y aunque inseparable
parte de la vida,
si ella está, yo habré partido
Elizabeth