más bella del planeta
somos la tarde
y el silencio
en nuestra sangre,
lo inolvidable
de habitar
entre los árboles
madrugar
para buscar el amor
que se olvidó de los dos,
así quedamos
dos rocas silentes
en el camino;
tropiezos del alma
que se creyó
princesa amada
y tu príncipe
sin encantos.
Hoy he decido
hacer los votos
de guardar silencio
y olvidar
como se olvida
en los labios
la palabra esperada.
Maru
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