Ahí
en la expansión
de los cielos
donde Dios con su mano
hizo maravillas.
Ahí colocó
las grandes luminarias.
Tu amor y el mío
como complementarios y diferentes.
Yo, tu sol intenso.
Tu, mi luna,
A veces dorada
A veces vestida
de plata
que me trae rosas
cada madrugada.
Y así fuimos
por señal
de todos los tiempos
para mis estaciones
para tus dìas
y tus años.
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