Un sueño que soñaste tù,
tu sombra,
tu cabellera rebelde,
un nido de deshaberes
y desamores,
un vago pensar,
un suspiro
en busca de eternidad.
Eres un segundo fugaz
en el corazòn de Andròmeda,
agua entrando en su cause
en abandono de dolores
y tormentas,
asumiendo su verdad.
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