Hoy tanto como ayer,
esperando una caricia fresca
de los mismos labios otra vez;
y así continuar como lo prometimos
amarnos hasta que vuelva a amanecer.
Los te quiero mujer
no importan más
que tus manos sobre mi piel,
esa piel que ya no duerme
porque siempre tiene sed.
Una mirada bastaba
jugar con mis pupilas
era un desafió al existir
mientras te soñaba,
ahora al llegar la noche
solo quiero que vuelva
mi piel a no sentir
el extraño aroma
de los sueños de papel.
Demos a este amor luces nuevas
semblantes de pasión
que nos aparten de la rutina
que nos consume
para volver a empezar
Otra vez!
Maru
Maru
No hay comentarios.:
Publicar un comentario