Soñé que tenía alas
que con ellas cruzaba los bosques
y también los llanos
que llegaba hasta la quebrada
donde al pie del agua cristalina
el amor cada día me esperaba,
ahí las cosas del amor
cada día eran nuevas
cuando yo reía, el cantaba
cuando lloraba yo,
el amor escribía todas las cosas
que en su mundo me daría,
cuántas emociones cubiertas
de la mirada que, Cieeeelo,
me llamaba.
Que viajes hasta la quebrada!
de los rumores del agua
aquí no se dice nada
eran nada las almas
que enmudecían
en latentes quejidos del agua.
Y así crecieron más y más las alas
conquistas inigualables
las sustentaban
y el amor no dormitaba
estaba vivo en la mirada
que al pie de la quebrada
cada día en estos cuerpos
todavía hoy palpita.
todavía hoy palpita.
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